La relación de poderes entre el Boulé y el Basileo están debidamente estipuladas en la Constitución Federal, pero en la práctica es clara y difusa. Cada Basileo le da cierto estilo propio a su mandato. Algunos presiden oficialmente las reuniones del Boulé, mientras que otros simplemente se dedican a las tareas de estado.
Cuando el Secretario Federal, como jefe de gobierno, es de un partido diferente al del Basileo se habla de cohabitación. En general ante esta situación el Basileo deja actuar al nuevo gobierno electo por el Parlamento, aunque
Según el artículo 22 de la Constitución Federal, el Basileo tiene por competencias:
- Autorizar a los miembros del Boulé propuestos por el Secretario Federal [En general suele ser una formalidad]
- Separar al Secretario Federal, con autorización de la Ecclesía [La iniciativa puede venir tanto del Basileo como del Congreso]
- Separar a los demás miembros del Boulé sin necesidad de ser autorizado.
- Coordinar la labor administrativa y los establecimientos públicos
- Velar por la conservación del orden público
- Adoptar medidas necesarias para la reunión del Congreso
- Presentar al principio de cada legislatura un mensaje a la nación.
- Objetar proyectos de leyes considerados inconvenientes
- Promulgar las leyes aprobadas por el Congreso
- Demás competencias que le otorguen otras leyes orgánicas
- Enviar proyectos de intervención a los gobiernos microestatales
- Llevar adelante las relaciones exteriores de la micronación, siendo el máximo representante de ésta.
- Disolver el Congreso, con previo acuerdo del Boulé.
- Declarar indultos
- Declarar Estados de Excepción con previa autorización legislativa.
El artículo 23 por su parte enumera una serie de funciones más prácticas que el Basileo debe realizar en participación del Consejo respectivo
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